8 de mayo de 2014

Conociendo Olba y sus gentes

Pongo rumbo sur con Edu (Bombi) que me ha puesto el morro largo hablándome de una escuela que ha visitado recientemente. Se trata de Olba en la provincia de Teruel ya casi en Comunidad Valenciana. Apartadito, tranquilo y con metros de pared para dos vidas. 


Se trata de un sitio en el que hay que guardar especial respeto por la zona, ya que hay mucho animal salvaje sin los cuales el sitio no sería lo mismo y para llegar a algunos sectores hay que pasar prácticamente a través de fincas privadas, donde los lugareños te saludan amabilísimos y te animan a escalar y volver. Por eso es lo que hay que tener máximo respeto. 



Me quedé sorprendido de que a uno de los sectores se accediera, El Casucho en concreto, se accediera a través de una finca particular, pasando prácticamente por encima del huerto de una pareja de señores y el hombre ha habilitado un sendero para que sea más cómodo para los escaladores llegar al sector y más privado para ellos, pero aun así por el medio de su propiedad. Olé por estas gentes y si se visita la zona, que es digna solo de ver, máximo respeto.




En cuanto a la escalada te encuentras de todo, placas de agujeros, placas finas, desplome con canto... chorreras... Eso si!! Te dejas la piel... Al segundo día ya iba como una momia!!



Conocimos a los equipadores y escaladores locales: 


Laura, que se curró unas fotos guapísimas ahí colgada mientras todos disfrutábamos de Curva Peligrosa. Muchísimas gracias!! Y a Diego y Sergio que nos pusieron cintas por todos lados. Todos ellos un gran descubrimiento!! Y mira que se conoce gente maja en esto del monte!!




Una suerte ir con estos máquinas, a parte de las risas, las cintas puestas que nos dejaban y charradas que echamos, nos recomendaron unos viotes de alucinar. Hay que volver!! Y vosotros subir para el norte!!

En cuanto al azúcar muy buen fin de semana, como siempre digo, en este tipo de actividades es fácil organizarse la comida y medirse. Perfecto para cuidarse el azúcar y no dejar de hacer deporte. 

La comida fue normal, durante el día fruta, frutos secos y bocadillos de pavo cocido, y por la noche una ensalada y pasta con tomate sin azúcar añadido. 

Referente a la insulina, solo bajé las dosis de rápida para no tenerlo demasiado bajo y poder rendir.

Un par de días geniales, con buena compañía, gente nueva, sitio nuevo y algún que otro encadene.

¡¡Qué más se puede pedir!!

Un saludico compañeros

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